METODOLOGÍAS DE INVESTIGACIÓN CUALITATIVAS EN EDUCACIÓN FISICA Y DEPORTES
En la última parte del siglo XIX surge una nueva “forma” de investigar los hechos y contextos educativos que difiere sustancialmente de la conocida hasta entonces como investigación empírica. La investigación educativa trata las cuestiones y problemas relativos a la naturaleza, epistemología, metodología, fines y objetivos en el marco de la búsqueda de conocimiento en el ámbito educativo. Las investigaciones que se sitúan en este ámbito, deben partir de los problemas emergentes del contexto en el que desarrolla la investigación, de otro modo, correríamos el peligro de alejarnos de la realidad. De manera que sería conveniente disponer de un conocimiento profundo del contexto, para así poder detectar las dificultades sobre las que aplicar nuestra acción investigadora. Recientemente Medina & Domínguez (2003) han aportado claridad a la intencionalidad que debe presidir la “Investigación didáctica” cuando dicen que investigación educativa puede: “[E]xplicitar los problemas los problemas didácticos es dar cuenta de las realidades emergentes que viven los participantes en los procesos de enseñanza, replantear la realidad educativa, descubrir las bases que fundamentan las decisiones docentes y anticipar las principales opciones formativas, estimando la calidad de las acciones desarrolladas para centrarse en las más representativas para la capacitación docente y de los estudiantes” (p.14) El concepto de investigación educativa ha ido cambiando y adoptando nuevos significados al tiempo que aparecen nuevos enfoques y modos de entender el hecho educativo. Asía resulta difícil enunciar una definición que satisfaga a una gran mayoría. Latorre, del Rincón y Arnal (1998) proponen que una manera de acercarnos a la definición es analizar como se concibe ésta desde diferentes enfoques de investigación: Empírico-Analítica (Positivista). Se da importancia al carácter empírico de la investigación, apoyándose en los mismos criterios y postulados que las ciencias naturales. La investigación aspira a crear conocimiento teórico, cuya función radica en explicar los fenómenos educativos y eventualmente su predicción y control, preocupándose de explicar las leyes de la eficacia docente. Según Best (1972) Travers (1979), Kerlinger (1985) y Ary y otros (1987) son algunos de los autores identificados con este paradigma. Como consecuencia de las nuevas ideas sobre la educación, entendida ésta como una realidad sociocultural, compleja singular y socialmente construida, han surgido nuevas conceptualizaciones de la investigación educativa de corte antipositivista, denominadas interpretativa y crítica.
Interpretativa: Desde esta perspectiva la educación se concibe como acción intencionada, global y contextualizada, regida por reglas personales y sociales y no por leyes científicas. Algunos de los autores situados en estos supuestos son: Goetz & LeCompte (1984), Lincoln & Guba (1985), Erickson (1986) y Taylor & Bogdan (1986) en líneas generales el propósito de la investigación desde esta perspectiva es comprender e interpretar los fenómenos educativos.
Crítica o sociocrítica: A través de la investigación se pretende transformar la sociedad en base a una concepción democrática del conocimiento. La investigación trata de desvelar creencias, valores y supuestos que subyacen en la práctica educativa. Otros autores han realizado clasificaciones semejantes, acerca de los modelos o paradigmas básicos de investigación. Así, Pérez Gómez (1983) establece la siguiente propuesta: Paradigma presagio-producto Paradigma proceso-producto Paradigma mediacional centrado en el alumno Paradigma mediacional centrado en el profesor Paradigma ecológico con el modelo de análisis de variables contextuales de Tikunoff (1979) y el análisis de tareas y demandas académicas en el espacio de negociación escolar de Doyle (1979) Para Imbernón (2002) la diversidad investigadora es indicativo de riqueza de acontecimientos y de procesos, más todavía si cabe, en el ámbito educativo que, como práctica social, está sujeta a múltiples formas de ver y analizar la esencia misma de la educación. El propio autor ha realizado recientemente su particular visión acerca del momento en el que se encuentra los diferentes enfoques o tendencias a partir de las cuales puede abordarse la investigación educativa que pueden repercutir en la formación del profesorado, y señala algunas cuestiones sobre las no existe un punto de acuerdo:
-“Sentido y la función de la investigación
- Objeto y /o sujeto de la investigación - Qué tipo de problemas o cuestiones hay que investigar
- Qué relaciones debe haber entre la teoría y la práctica - E incluso sobre el método de investigación utilizado y el concepto de ciencias o ciencias pedagógicas (p.13) La elección de una u otra opción paradigmática es un toma de decisiones que el investigador cualitativo debe abordar en una primera fase de la investigación. Decisión que puede presentar algunos problemas, pues significa escoger un camino por el que transcurrirá todo el proceso investigador. Por tanto, es una decisión difícil que debe ser meditada y consensuada con colegas y/o tutores o directores de tesis doctorales. El problema se complica si, como dice Imbernón (2002,) esta cuestión la situamos en la investigación educativa –tema en el que se centra este libro- porque además hay que elegir entre: “metodología cuantitativa o cualitativa, la relación entre teoría y práctica, o entre conocimiento y acción” (p.15)
Estas circunstancias pueden muy bien aplicarse al ámbito de la investigación en Educación Física y los Deportes, tema que desarrollaremos más adelante. McMillan y Schumacher (2005) señalan algunos aspectos por los cuales consideran que la investigación educativa es una fuente valiosa de investigación para diferentes grupos de investigadores: 1. Porque los educadores se cuestionan constantemente sobre sus formas de actuación, e intentan comprender situaciones educativas derivadas de su práctica diaria.
2. Por los continuos cambios que ocurren en la legislación educativa lo que requiere informes serios y fundamentados.
3. Por el interés que diferentes instituciones, tanto académicas como fundaciones y asociaciones, han demostrado por el tema educativo y como resolver sus problemas.
4. Fácil acceso al campo de estudio y a las revistas especializadas. Aunque en este aspecto hay que ser cuidadoso a la hora de elegir nuestras fuentes de información, y seleccionar solo aquella información que tenga un carácter científico. Un dato que nos puede orientar, por ejemplo, en la selección de un artículo es que éste responda a una estructura generalmente aceptada en publicaciones científicas como es que contenga: título, abstract, introducción (marco teórico, justificación, planteamiento del problema, objetivos, o formulación de hipótesis), método (participantes, instrumentos, procedimientos de análisis, resultados y conclusión y discusión final, bibliografía y anexos en su caso)
5. La colaboración entre investigadores y educadores aporta importantes conocimientos que ayudan a modificar y transformar la práctica educativa. Nos parece oportuno terminar este apartado aludiendo a la clarificación que Imbernón (2002) realiza entre investigar sobre educación y en educación. En el primero de los casos, los alumnos, los profesores, las instituciones, los contextos educativos, los materiales curriculares…etc, son el objeto de la investigación y pretende explicar, describir, acontecimientos y hechos. Mientras que la investigación en educación, tiene como objetivo el estudio del profesorado y la comunidad educativa, y pretende analizar problemas que emergen de la práctica educativa con la intención de diseñar e implementar acciones encaminadas a mejorarla y transformarla a partir de la experiencia.
1.1. LOS INICIOS DE LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA HASTA EL MOMENTO ACTUAL.
Los inicios de la Investigación Cualitativa podemos situarlos en dos ámbitos, el sociológico que, según Bogdan & Biklen (1982), surge a partir de los trabajos sobre los problemas sociales, (sanidad, educación, asistencia social, etc.) que ocurrían en E.E.U.U., producto, entre otras causas, de la inmigración, y que fueron magistralmente captados por el fotógrafo Jacob Riis (1890), y en el antropológico con las investigaciones de finales del siglo XIX.
A continuación presentamos un breve recorrido a través de las diferentes etapas por las que a transcurrido la I-C desde sus inicios hasta la actualidad. I. Los inicios se sitúan en estudios sobre problemas Sociológicos, como por ejemplo los realizados por Riis (1890) en sanidad, educación, pobreza. Steffens (1904,1931), corrupción gubernamental; Leplat (1855), utiliza la observación participante para estudiar las situaciones familiares de los trabajadores; Mayew (1851-1962), obtiene datos sobre el Londres trabajador a través de anecdotarios, descripciones sobre sus condiciones de vida. En 1907 se realiza en E.E.U.U. la primera encuesta social Pittsbour Survey que, a partir de datos estadísticos, se hace una valoración descriptiva. Por otra parte, aparecen estudios con raíces antropológicas. En un primer momento, la antropología no se desplaza al campo de estudio, sino que utiliza datos de viajeros, misioneros y maestros para realizar sus estudios. En 1870, la Asociación Británica de Antropología, publica una guía para orientar al observador en sus tareas de campo y asegurar así la validez de sus observaciones. Boas (1898) fue el primer antropólogo que se desplazó hasta el campo para realizar sus trabajos. II. Consolidación: Entre 1900-1936: Haddon y sus colegas de la Escuela de Cambridge (Stoching, 1993), pueden ser considerados los investigadores que modificaron la forma de recabar la información. Ahora la recogida de información se hace en el mismo campo de estudio, donde escriben sus experiencias tratando de ser objetivos. Según Rosaldo (1989) las historias se estructuran en torno a las cuatro normas de la etnografía clásica: compromiso con la objetividad, complicidad con el imperialismo, idea en torno al monumentalismo y creencia de intemporalidad. Malinowski (1914, N.Guinea-1915 Islas Trobiand), genera un nuevo modo de investigación basado en la participación, observación e interpretación. Una primera aproximación al contexto educativo la encontramos en Mead (1928), que se interesada en la escuela como organización, y el papel del profesor. La Escuela de Chicago (1910-1940), realiza estudios sobre historias de vida urbana, la vida en las ciudades, los inmigrantes y sus familias, utilizando como método a la observación participante. Ésta, junto con la entrevista en profundidad y los documentos personales, fueron las estrategias metodológicas más utilizadas por los investigadores cualitativos de este periodo. III. Sistematización: 1944-1970. Aparecen textos que pretenden formalizar la I-C. Nuevas teorías interpretativas, Etnometodología, Fenomenología, Teórico-crítica, Feminismo. Predominio del paradigma postpositivista. Denzin y Lincoln (1994) denominan a esta etapa como modernista. Se considera una etapa de gran creatividad, en la que a través de los trabajos de Bogdan & Taylor (1975), Cicuorel (1964), Filstead (1970), Glaser & Strauss (1967) y Lonfland (1971), se intenta formalizar los métodos cualitativos. Gran disposición de métodos, estrategias y paradigmas. IV. Pluralismo: Las estrategias van desde el estudio de caso, métodos históricos, biografías hasta la etnografía en la acción y la investigación clínica. Geerz (1983),
en sus obras, argumenta como se va pasando a un tipo de investigación más pluralista, interpretativa y abierta, frente al positivismo conductual y totalizador de enfoques anteriores. En el ámbito educativo se encuentran en auge las posiciones naturalista, postpositivista y constructivista. Aparecen varias revistas especializadas en I-C. V. Doble crisis: A mediados de la década de los Ochenta se produce una doble crisis. Aparecen una serie de textos como Anthropology as Cutltural Critique (Marcus y Fisher, 1986), The Anthopology of Experience (Turner y Bruner (1986), entre otros. Los trabajos se hacen más reflexivos y se introducen cuestiones como el género, la raza y la clase. Esta doble crisis se concreta en la representación y legitimación de sus investigaciones. La primera, hace referencia a que los investigadores educativos pueden capturar la experiencia vivida desde el contexto social. Y la segunda, implica repensar los criterios de evaluación de las investigaciones cualitativas. VI. Denzin y Lincoln (1994:11), han llegado a cuatro conclusiones que podrían resumir el estado de la I-C : - Cada momento histórico se encuentra todavía en el presente. - La actualidad se caracteriza por la existencia de multitud de métodos y paradigmas. - Momento de descubrimiento y redescubrimiento de ver, interpretar, argumentar y escribir. (...) “La I-C no puede interpretarse como una perspectiva positivista, neutral y objetiva, la raza, el genero, la clase y la etnicidad, configuran el proceso de indagación, haciendo a la investigación un proceso multicultural”.
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